Serie FAUNA LATENTE
(2012)

 

“No haber nacido animal es mi secreta nostalgia.
Ellos a veces llaman de lejos a muchas generaciones y yo sólo puedo responder sintiéndome inquieta. Es la llamada.”
Clarice Lispector

Así, la fuerza fecunda de la diosa tomó forma de serpiente, perro, pez, mariposa, abeja y otras tantas epifanías. Las aves aparecen una y otra vez en las fotos de Anaut, quizá como una metáfora del alma que emprende el vuelo, aunque hay algunas simbologías más precisas, como la lechuza atributo de la sabia Palas Atenea. Iguanas, perros, cuervos y otros tantos animales circulan en Fauna Latente, aparecen como pares de la mujer como iguales, y no como las bestias que Dios había creado para ser dominadas por el hombre, tal como sostiene el Génesis. Las obras de Julieta Anaut logran que paisaje, mujer y fauna recuperen aquella unión mística que nos integraba al universo, el “unus mundus” de los alquimistas.

Julio Sánchez, 2012. (Fragmento del texto curatorial de la serie)